Seguro que muchos de nosotros hemos experimentado esta situación donde, después de varias horas tratando de solucionar cierto problema, nos rendimos y nos tomamos un descanso, solo para regresar poco después y solucionar el problema en unos instantes. Esto parece ser, en cierto modo, una situación bastante común. Sin embargo la ciencia que hay detrás de este fenómeno, es bastante más compleja.
Según los autores de un estudio publicado en Psycological Science - el profesor Adam Galinsky de la Escuela de Gestión Kellogg, Chen-Bo Zhong de la Universidad de Toronto, y Ap Dijkstererhuis de la Universidad de Nijmegen - el pensamiento inconsciente da como resultado la solución creativa de problemas mediante un proceso en dos pasos.
Pero esto no es tan simple como llegar al momento de “¡ahá!” y luego seguir a otra cosa. El trío, señala que a pesar de que la distracción puede ser úitil para dar con la solución, luego debe ir seguida de un periodo de pensamiento constante para entender la solución y ver como debe ser aplicada. De forma similar, a pesar de que esos momentos pueden resultar útiles al vérselas con un problema particularmente complicado, los problemas más sencillos deben ser confrontados a la manera tradicional.
Los investigadores realizaron dos experimentos encaminados a probar esta idea. En el primero, 94 sujetos participaron en un test de asociación remota (TAR), que examinaba la creatividad. En este test, se mostraba a los participantes tres palabras (una triada) y luego se les pedía que añadieran una cuarta palabra que tuviera relación con las tres anteriores. Por ejemplo, si se les mostraba las palabras queso, cielo y océano, la respuesta correcta podría ser azul (queso azul, cielo azul, océano azul).
A los sujetos se les enseñó 9 triadas muy difíciles (pero se les pidió que no las solucionaran todavía) y luego se les dividió en grupos. Cinco minutos después del TAR, se pidió a los participantes que 1) se concentraran en las triadas que acaban de ver (el grupo del pensamiento consciente) o 2) que realizaran otro tipo de test sin relación alguna con el TAR (el grupo del pensamiento inconsciente).
Tras otro intervalo de cinco minutos, todos los sujetos participaron en una prueba de decisión léxica. Durante esta prueba, se mostró a los sujetos secuencias de letras y tenían que indicar tan rápido como pudiesen, si la secuencia de letras formaban palabras o no. Las secuencias que se les mostraba, incluían respuestas a las triadas del TAR, palabras aleatorias, y secuencias que no formaban palabras. Finalmente, se mostró de nuevo a los participantes las 9 triadas difíciles para que - esta vez si - escribieran sus respuestas.
El segundo experimento se realizó con 36 sujetos, y tenía una configuración similar a la del experimento anterior, aunque las triadas TAR que se les mostraba a los participantes eran mucho más sencillas en comparación a las del primer experimento.
Los resultados mostraron que los miembros del grupo de pensamiento inconsciente respondían mucho más rápidamente en las pruebas de decisión léxica con las secuencias de letras. Los problemas del TAR sin embargo, obtenían la misma clase de pobre resultado en ambos grupos.
“El pensamiento consciente es mejor para tomar decisiones lineares y analíticas, pero el pensamiento inconsciente es especialmente efectivo en la resolución de problemas complejos”, comentaron Galinsky los otros dos coautores. “La activación inconsciente puede facilitar las chispas de inspiración relacionadas con el momento “¡ahá!” que finalmente conducen a descubrimientos importantes”.
Fuente
Según los autores de un estudio publicado en Psycological Science - el profesor Adam Galinsky de la Escuela de Gestión Kellogg, Chen-Bo Zhong de la Universidad de Toronto, y Ap Dijkstererhuis de la Universidad de Nijmegen - el pensamiento inconsciente da como resultado la solución creativa de problemas mediante un proceso en dos pasos.
Pero esto no es tan simple como llegar al momento de “¡ahá!” y luego seguir a otra cosa. El trío, señala que a pesar de que la distracción puede ser úitil para dar con la solución, luego debe ir seguida de un periodo de pensamiento constante para entender la solución y ver como debe ser aplicada. De forma similar, a pesar de que esos momentos pueden resultar útiles al vérselas con un problema particularmente complicado, los problemas más sencillos deben ser confrontados a la manera tradicional.
Los investigadores realizaron dos experimentos encaminados a probar esta idea. En el primero, 94 sujetos participaron en un test de asociación remota (TAR), que examinaba la creatividad. En este test, se mostraba a los participantes tres palabras (una triada) y luego se les pedía que añadieran una cuarta palabra que tuviera relación con las tres anteriores. Por ejemplo, si se les mostraba las palabras queso, cielo y océano, la respuesta correcta podría ser azul (queso azul, cielo azul, océano azul).
A los sujetos se les enseñó 9 triadas muy difíciles (pero se les pidió que no las solucionaran todavía) y luego se les dividió en grupos. Cinco minutos después del TAR, se pidió a los participantes que 1) se concentraran en las triadas que acaban de ver (el grupo del pensamiento consciente) o 2) que realizaran otro tipo de test sin relación alguna con el TAR (el grupo del pensamiento inconsciente).
Tras otro intervalo de cinco minutos, todos los sujetos participaron en una prueba de decisión léxica. Durante esta prueba, se mostró a los sujetos secuencias de letras y tenían que indicar tan rápido como pudiesen, si la secuencia de letras formaban palabras o no. Las secuencias que se les mostraba, incluían respuestas a las triadas del TAR, palabras aleatorias, y secuencias que no formaban palabras. Finalmente, se mostró de nuevo a los participantes las 9 triadas difíciles para que - esta vez si - escribieran sus respuestas.
El segundo experimento se realizó con 36 sujetos, y tenía una configuración similar a la del experimento anterior, aunque las triadas TAR que se les mostraba a los participantes eran mucho más sencillas en comparación a las del primer experimento.
Los resultados mostraron que los miembros del grupo de pensamiento inconsciente respondían mucho más rápidamente en las pruebas de decisión léxica con las secuencias de letras. Los problemas del TAR sin embargo, obtenían la misma clase de pobre resultado en ambos grupos.
“El pensamiento consciente es mejor para tomar decisiones lineares y analíticas, pero el pensamiento inconsciente es especialmente efectivo en la resolución de problemas complejos”, comentaron Galinsky los otros dos coautores. “La activación inconsciente puede facilitar las chispas de inspiración relacionadas con el momento “¡ahá!” que finalmente conducen a descubrimientos importantes”.
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