miércoles, 17 de diciembre de 2008

Como dejar de fumar cigarros

Tomar conciencia para un cambio de actitud: lo primero que debe hacer es cambiar una mentalidad que le lleva a un hábito que perjudica muy seriamente su salud. Si desea dejar el tabaco, debe tomar conciencia del perjuicio de fumar. Esta concienciación debe servir para fortalecer su voluntad y autoprohibirse practicar "la cabeza de avestruz". Es decir, usted esconde la cabeza cada vez que escucha los riesgos asociados al tabaco. Sáquela y escuche, lea, sea una esponja a la hora de conocer con detalle todos los males que le provoca el tabaco y el hábito de fumar. Una vez que se haya informado bien, haga una lista con las razones a favor y en contra del tabaco y repásela diariamente.

Comparta sus problemas y debilidades: aprenda a ser humano. Participe en nuestro Foro sobre dejar de fumar. Si tiene un hombro en el que llorar puede ser más llevadero, hable con personas que comparten sus problemas y debilidades, quizás le pueda ser muy útil. Desahóguese.

Cuide su alimentación: si compensa su dependencia del tabaco con una alimentación inteligente, equilibrada, minimizará la dependencia del tabaco y evitará el riesgo de ganar peso asociado a dejar de fumar. Reforzará su voluntad si se conciencia en llevar una vida sana. Vea consejos sobre alimentación y para adelgazar. Por otra parte, consulte con especialistas la posibilidad de incorporar a su dieta alimentos ricos en nicotina (la berenjena, por ejemplo es rica en nicotina).

Duerma bien: le ayudará a relajarse y recuperar la tensión que le produce las ganas de fumar. Si tiene problemas en conciliar el sueño procure caminar un par de horas antes de dormir, darse un baño caliente... de tal forma que le disminuya la tensión y le relaje. Ver Consejos insomnio.

Prepare un buen programa para ocupar su tiempo: usted conoce aquellas situaciones que le llevan a fumar más y aquellas otras en las que casi se olvida del tabaco. Propicie actividades y situaciones en las que se olvide de sus cigarrillos. Emprenda un programa de actividades anti-tabaco, trate de evitar aquellas situaciones que le incitan a fumar. Evite el estrés.

Muévase y haga ejercicio. Trate de iniciar un programa de ejercicios acorde con su edad y forma física. Si no está en buena forma trate de iniciar actividades sencillas como caminar o probar cosas nuevas como Pilates. Lea nuestro consejos para caminar y hágalo una hora o dos diarias.

Beba agua: consulte a su médico si opta por tomar algún medicamento. Como mínimo beba más de dos o tres litros de agua diaria. Le ayudará a eliminar toxinas y a encontrarse mucho mejor.

No se haga la víctima y genere pensamientos positivos. Dejar de fumar es un regalo para usted, su cuerpo, su familia, sus compañeros de trabajo. No se haga la víctima, intente atraer su mente con pensamientos positivos, aprenda a pensar en positivo.

Aprenda a superar el impulso de fumar: si gana una lucha de 3-5 minutos cada vez que le da el "irreprimible" impulso de fumar, ganará la batalla. Así que tome conciencia, ayude a autoconocerse a la hora de aprender cómo dominar ese impulso. Cada persona puede combatirlo de la forma que sea más efectiva. Si está en buena forma física, haga 30 flexiones, dése una ducha, inicie una actividad disuasiva... Ayúdese usted mismo contra los impulsos que le empujan a fumar.

Sea paciente: los primeros días son los más difíciles. Cada día que supere sin fumar piense que habrá ganado una batalla importante. Póngase como meta firme e irrenunciable dejar de fumar los primeros cinco días. Verá como tras unos primeros momentos difíciles, le resultará más fácil conforme avance el tiempo.

No se automedique: consulte a su médico si opta por tomar algún medicamento. No utilizar fármacos para dejar de fumar que no se hayan conseguido a través de tratamientos garantizados y autorizados.

Aprenda a relajarse: hay sencillos métodos para la relajación y respiración. Si los aprende y los ejercita, pueden ser útiles para ayudarle a dejar de fumar, superar impulsos, etc.

razones para dejar de fumar

1. Prolongo mi esperanza de vida y mi calidad de vida, con un menor riesgo de enfermedades coronarias y cáncer de pulmón.

2. Hay hábitos mejores que matarse así mismo. Voy a empezar cosas nuevas. pasear un perro, hacer yoga, ir a conciertos, disfrutar de un hobby...

3. Mi pecho no me duele, no tengo esa tos...

4. Los sabores y olores que he recuperado son magníficos.

5. Estoy ayudando a mi familia y mis amigos.

6. Puedo hacer deporte, ejercicio, moverme con mayor facilidad.

7. El gasto en tabaco lo empleo en juegos para niños, solidaridad, ayudas a personas desfavorecidas...

8. No tengo problemas en el trabajo, en los restaurantes y espacios públicos.

9. No dependo de unos estúpidos cigarrillos que si se me acaban o estoy en un sitio
donde no puedo fumar me provocan malestar, irritabilidad, ansiedad, dependencia...

10. Es un excelente apoyo para mi autoestima personal y para demostrame mi capacidad de autocontrolarme.

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