jueves, 4 de diciembre de 2008

El nuevo submarino solar

Ingenieros de la empresa suiza BKW han ideado un sistema para permitir que un submarino funcione únicamente gracias a la energía solar. Se trata de unas plataformas flotantes equipadas con una pequeña central fotovoltaica. Según sus creadores, el submarino podría recargarse gracias a la electricidad generada por los paneles solares de esos grandes “nenúfares”. El proyecto se llama Goldfish y es más amplio, ya que las plataformas también podrían abastecer a barcos solares o a edificios construidos justo a la orilla de un lago, de un río o del mar. BKW sostiene que su tecnología reduciría drásticamente la contaminación que emiten los grandes buques en los puertos de mar.
Hemos oído hablar de edificios alimentados con energía solar, de coches o de aviones, pero una empresa suiza ha dado otra vuelta de tuerca a esta tecnología y ha finalizado el proyecto de viabilidad para la construcción del primer submarino movido gracias al Sol.

La empresa es BKW, y se encuentra en la fase de buscar financiación (10 millones de dólares) para empezar su proyecto Goldfish, cuya finalidad es construir un pequeño submarino que se alimentaría de una plataforma solar flotante.

Según informa la empresa en su págian web, la plataforma solar flotante es parecida un nenúfar y se compone de un elemento central con una gran carpa y cinco elementos que la rodean dispuestos en círculos y que están equipados con paneles solares. La energía que genera esta pequeña planta solar es suficiente para garantizar las inmersiones del submarino así como para alimentar el GPS que permite posicionar la plataforma de manera automática. Según los ingenieros Martin Pfisterer y Matthias Zelweger, de BKW, toda esta tecnología está totalmente contrastada.

Cada uno de los generadores solares tiene una superficie de 40 metros cuadrados de paneles. El GPS, por su parte, permite al submarino volver fácilmente a la plataforma para recargarse. Los promotores del Proyecto Goldfish aseguran que el consumo diario de energía sería de alrededor de 100 kWh, a condición de que el submarino se use a una velocidad moderada, de lo que resulta un consumo anual aproximado de 10.000 kWh.

Según los datos provistos por MW-Line, empresa especializada en la construcción de barcos electro-solares, la energía necesaria para el posicionamiento de la plataforma exige contar con una superficie de módulos solares de aproximadamente 100 metros cuadrados. Esto se corresponde con una potencia nominal de aproximadamente 12 kWp y un consumo anual de energía de alrededor de 12.000 kWh.

Está previsto que el submarino se sumerja hasta 300 metros, pudiendo llevar en su interior hasta 24 turistas a una velocidad de unos cinco nudos. Efectivamente, su primera aplicación será como atracción turística, ya que se sumergirá en las atractivas aguas del lago Thun, en Suiza.

Primera experiencia

Es submarino que se usaría para esta primera experiencia es uno comercial, al que se le harían las modificaciones oportunas. Así, la gran novedad del proyecto es la plataforma solar flotante. Esta plataforma, dice la empresa, también está pensada para albergar diversas actividades que puedan hacerse a la orilla del lago.

Aunque es poco probable que haya mucho mercado para estos pequeños submarinos solares, BKW confía en que las plataformas flotantes se podrían adaptar como base de recarga para redes de barcos y barcazas. Asimismo, esta empresa predice que instalando las plataformas en puertos y canales se reduciría drásticamente la polución.

Se trata de una alternativa que no emite CO2 a la atmósfera, en comparación con las grandes embarcaciones, la mayoría de las cuales queman combustibles fósiles para moverse. Los barcos podrían acercarse a estos “nenúfares”, cargarse y funcionar sólo con energía solar mientras operaran en el puerto o tuvieran que realizar una ruta en un río navegable.

Realmente esta aproximación es una excusa para otras propuestas de utilización de la nueva tecnología.

Por ejemplo, una de ellas sería cruzar el río Huanpu, en Shangai. Según BKW este cruce se podría hacer mediante grandes embarcaciones solares que se recargarían en una de estas plataformas. La empresa suiza ha sugerido esta alternativa para el transporte sostenible en la futura Exposición Internacional de Shangai, que tendrá lugar en 2010.

Cerca de la orilla

Otra de las aplicaciones es para proporcionar energía limpia a edificaciones construidas cerca de la orilla del mar. Por ejemplo, parte de las necesidades energéticas de la famosa Ópera de Sídney vendrían de una de estas plataformas.

BKW tiene una dilatada experiencia en el sector de la energía solar. En concreto, siempre ha llevado a cabo proyectos poco convencionales. Ya en 1992 puso en marcha una de las primeras centrales solares de Europa. Además, es la responsable de una de las plantas fotovoltaicas más grandes del mundo, instalada sobre el estadio de Suisse, en Berna.

Sin embargo, no han sido los primeros en colocar plataformas solares sobre el agua. Hace unos meses, Tendencias 21 informaba de que ingenieros y arquitectos de una empresa escocesa habían diseñado unos paneles solares con forma de nenúfar. Su idea era colocar estas estructuras flotantes en los ríos de las ciudades, no sólo para reducir sus emisiones de CO2 a la atmósfera, sino también para revitalizar las zonas fluviales.
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