El relacionista público Gabriel Álvarez y Ariel Blas Cohelo, su ex asistente, fueron condenados a dos años y seis meses de prisión por la justicia uruguaya por la participación en el accidente vial en el que fallecieron dos argentinos en Punta del Este en el verano pasado.Las víctimas fueron Gloria Pérez del Cerro y su amigo Fernando Agustín Cichiari. Del Cerro era la directora de arte de la empresa Brand Force y había decidido tomar unas vacaciones de las campañas publicitarias en José Ignacio, Uruguay, lugar al que se dirigía en el momento del choque.
La moto en la que la viajaba la publicista fue embestida por el auto de Álvarez que se había desviado de carril. El impacto le costó a Del Cerro y a su amigo la vida al instante.
De un día para el otro, el relacionista más famoso de los últimos tiempos se encontró con una vida muy distinta de la que habitualmente llevaba. Lejos de la fama, el mundo de los flashes y los eventos, tanto él con Blas llevan casi un año en el penal de Las Rosas, en Maldonado, donde cuentan con el beneficio de una libertad condicional que les brinda 24 horas semanales fuera de la cárcel.
Conocido por sus llamativas combinaciones a la hora de vestirse y por su blanca sonrisa, Gaby Álvarez era tal vez el más excéntrico de los RR.PP. argentinos. Gorros, pantalones ajustaditos, colores claros y un bronceado eterno hacían de él un “dandy”.
Álvarez era como un rey VIP de Punta del Este y se destacaba por congregar en un mismo evento a personajes de distintos ámbitos. Así lo hizo en un restaurante de José Ignacio. “Reuní lo imposible: Nico Repetto, Luli Salazar, Florencia Raggi, Pampita, Mauricio Macri, Bárbara Durán, Dotto y Piñeiro”, dijo el mismo RR.PP. en una entrevista.
La farándula, al menos en su mayoría, se olvidó de él. Gaby dice haber encontrado en prisión otra manera de vivir y de pensar, lejos de las caras y caretas del mundo fashion, el mismo que alguna vez lo trató como a un verdadero Rey.
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